Las sesiones fotográficas familiares pueden ser memorables y divertidas, especialmente cuando se consigue la participación entusiasta de los niños. Sin embargo, mantener su interés y cooperación durante la sesión puede ser todo un desafío. A continuación, te ofrecemos una serie de consejos prácticos para asegurar que tanto niños como adultos disfruten del proceso y el resultado.
Índice de contenidos
1. Prepara el terreno con anticipación
Antes de la sesión, habla con los niños sobre lo que se va a hacer y por qué es especial. Explícales que es una oportunidad para vestirse de manera especial y crear recuerdos que verán y recordarán con cariño en el futuro. Hacerlos parte del proceso de planificación, como elegir la ropa o los accesorios, puede aumentar su interés y emoción.
2. Elige el momento adecuado
El momento del día puede afectar significativamente el ánimo de los niños. Generalmente, después de una siesta o una comida, los niños están más felices y tienen más energía. Evita programar la sesión en momentos en los que normalmente estarían cansados o hambrientos.
3. Incorpora juegos y actividades
Convertir la sesión de fotos en un juego es una excelente manera de capturar la atención de los niños. Puedes usar burbujas, pelotas, o cualquier juguete que pueda integrarse en la sesión sin distraer del objetivo principal. Juegos simples como «Simón dice» o una búsqueda del tesoro pueden mantenerlos moviéndose y sonriendo genuinamente.
4. Usa premios y recompensas
Una pequeña recompensa, como un snack favorito o un pequeño juguete, puede ser útil para mantener el interés de los niños durante la sesión. Eso sí, úsalos sabiamente para no desviar la atención de la sesión fotográfica.
5. Haz pausas cuando sea necesario
Los niños tienen un límite de atención más corto que los adultos. Observa sus señales y estar dispuesto a hacer una pausa si se están sintiendo frustrados o cansados. Un corto descanso les permite recuperar energía y volver a la sesión con una nueva actitud.
6. Elige un entorno amigable para niños
Seleccionar una ubicación que sea familiar y segura para los niños puede hacer que se sientan más cómodos. Un parque local, su habitación, o cualquier lugar donde suelan jugar o pasar tiempo puede ser ideal. Los entornos familiares pueden ayudar a que los niños se comporten de manera más natural y relajada.
7. Sé rápido y flexible
Los niños pueden cambiar rápidamente de humor, por lo que es crucial ser eficiente y flexible durante la sesión de fotos. Trabaja rápidamente para capturar los buenos momentos cuando surjan y no te preocupes si todo no va según el plan. A veces, los momentos más espontáneos resultan en las mejores fotos.
8. Involucra a toda la familia
Hacer que los padres y otros miembros de la familia participen activamente en la sesión no solo ayuda a los niños a sentirse más seguros, sino que también crea un ambiente relajado y amoroso. Esto se traduce en fotos más naturales y expresivas.